Pulseritas
Cada mañana me levanto casi sin que el despertador haga su trabajo. Dicen que es la huella de la edad. Será eso.
Como es rutina, comienzo mi ritual que incluye un poco de ejercicio, ya sea hacer abdominales o salir a correr muy temprano. También una buena ducha, preparar los desayunos, sacar a los perros…
Pero desde hace un poco de tiempo, esa rutina incluye una cosa particular. Ajustarme una pulserita que llevo en la muñeca izquierda, en la derecha suelo llevar el reloj. No es una pulserita cualquiera. Tiene muchos significados.
Acompaña en mi brazo a otra del Camino de Santiago, que me indica el destino a seguir; una de cuero que me regaló en mi cincuenta cumpleaños la novia de mi hijo mayor; otra que me compré en Muxía para celebrar mi veinticinco aniversario de boda, y ésta nueva.
Esta nueva pulserita lleva insertado un mensaje de esperanza, un mensaje de apoyo y un emoticono de una cara sonriente.
Lo peculiar de esta nueva compañera es que se desanuda continuamente. A quien las diseñó le he oído decir que se podría dar “una puntadita” para fijarla; también he pensado en quemar el nudo un poco… Pero me resisto a ello. Y me dirán, ¿por qué?
Porque al anudar de nuevo cada mañana la pulserita viene a mi memoria el mensaje que lleva insertado y que quizá me pasara desapercibido si fuese algo más de lo cotidiano que vivimos día a día. El #yomecuro ; #SeguimosJuanma es algo que me motiva a ser mejor persona cada día. A dar gracias a Dios por todo lo que tengo. A tener amigos como Juanma que luchan con una sonrisa y con cariño a todos los que le rodean. Dando las gracias continuamente.
Él, ponía el otro día en las redes sociales, que las pulseritas se soltaban porque eran como de seda. ¿Cómo no van a ser de seda, si de seda es tu corazón?
Gracias, amigo, por infundirnos estas maravillosas enseñanzas.
#Yomecuro
#SeguimosJuanma
Jcgescritor 13.11.18